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sábado, 29 de marzo de 2014

La muerte de Squall (Epílogo): Abre los ojos

Por si te has perdido algo, aquí tienes enlaces a las entregas anteriores de esta teoría.


Si esta era la forma en la que el juego tenía que haberse interpretado, ¿por qué tuvieron que hacer el “sueño” tan sutil? Me vienen a la mente cincuenta formas de hacer mucho más aparente para el espectador que los eventos que ocurren tras el disco uno no son reales.

Así que, si los creadores tenían pensado que Squall muriera, al parecer también querían que su muerte fuera “velada” y sutilmente mostrada en la historia. Vemos el sueño como si nosotros fuésemos los soñadores, y aunque a veces ocurren cosas que nunca, nunca podrían pasar en el mundo real, no nos damos cuenta de que es un sueño.

Un argumento similar podemos encontrarlo en Abre los Ojos (si no la habéis visto, no sigáis leyendo, spoilers gordos, etc), una película española de 1997 (dos años antes de la salida de Final Fantasy VIII) que tuvo gran repercusión en todo el mundo hasta el punto de que en Hollywood hicieron su propia versión, Vanilla Sky, protagonizada por Tom Cruise y en el que Penélope Cruz repetía papel (y se marcó un pedazo de Razzie a la peor actriz).






En este filme, Eduardo Noriega interpreta un personaje que, en un punto concreto de la película, tiene un accidente con el coche. Se despierta en un hospital, completamente intacto, sin ninguna cicatriz ni secuela. El argumento continúa mientras nada cambia, excepto que todo empieza a ir a su favor.

Tras un tiempo, todo empieza a volverse un poco loco, y acaba esperando su pena de muerte por pegar a su novia hasta matarla. Y mientras, el público lo observa todo con confusión, tan inconscientes como el personaje de que todo es una fabricación de su propia mente.

Ahora, el problema con Abre los ojos fue que no pudieron dejar las cosas así, tal cual. Creo que hubiera sido una gran película si hubieran hecho que el espectador intentara discernir qué es lo que realmente había pasado y qué no. En lugar de eso, hacia el final de la película, aparece un personaje que le explica al protagonista y al público que toda la película había sido un sueño, al más puro estilo Antonio Resines en Los Serrano.

La única diferencia real entre Final Fantasy VIII y Abre los ojos es que nunca nos contaron qué pasó. En Final Fantasy VIII, nos dejan vivir el sueño como Squall y nunca sabemos la diferencia. Para los que hayan visto la película protagonizada por Leonardo Di Caprio "Origen", el final es similar a lo que intentamos narrar, te dejan en el aire si todo ha sido real o solo un sueño, cosa que, en mi opinión, le añadió mucha gracia al filme.


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